La hierba
Cuántas cosas que pude haberlas dicho
y no las dije.
Cuántas horas que pude disfrutarlas
y no fueron.
Cuántas letras que se quedaron sueltas
sin remedio.
Cuánta vida que pudo ser raíz
y es hoy astilla.
Por conservar las normas de algún juego,
por no poder salirme de las reglas
no pude ser gaviota
ni marinera espuma.
Y apenas me quedé como la hierba:
tenaz y humedecida.
Agujeros de la ausencia
Quizás lo más absurdo
es perderse en una mismo.
A veces me pregunto
qué pudo haber pasado con mi vida
y cuando me perdí
en estos agujeros de la ausencia.
Mi corazón detrás de ti
Está mi corazón desde hace tiempo
rayado por tu espuela placentera.
Y va mi corazón calladamente
debajo de tu espuela desangrándose.
¡Y quién iba a creerlo!
que yo tuviera adentro un suave fruto
que sangra por el peso de una espuela.
Y dice el diccionario que una espuela
es una espiga larga y acerada
que sirve para hincar a los caballos.
Ahora sí comprendo
por qué mi corazón se ha desbocado.