Poemas recomendados de Panamá
Desde las costas del Caribe hasta las llanuras del interior, los poetas panameños capturan en sus versos el espíritu de un país de encuentro y contrastes. Cada poema es un viaje a través de las historias, tradiciones y paisajes que definen a Panamá. Explora esta selección de poemas que te llevará a conocer un país lleno de color, historia y una profunda conexión con sus raíces.
Stella Sierra
“Libre y cautiva”
Por sentirme despierta en la cautiva
morada oscura de tu sangre, llevo
este amargo laurel de gajo nuevo
y esta miel de cilicio rediviva.
Y no quiero saberme fugitiva
de la celda de amor en que me muevo:
porque el ángel te encuentre, yo renuevo
mis llamadas de intacta sensitiva.
Extenderás tu mano que –impasible–
quiere lograr la flor indivisible:
su cauto aroma velará tu frente.
Como cierva te huí. ¡Que te encadena
más ese afán de hallarme en la colmena,
carcelera celosa de tu mente!
Ana Isabel Illueca
“Saloma”
Como un lamento lejano
resuena entre los peñascos
la voz que se hace sollozo
para decir su quebranto.
Como el bramido del toro
que ve la muerte a su paso;
como el llanto de los niños
que quedaron en el rancho;
y como el venado herido
que los perros van husmeando;
así rasgó la saloma
todos los montes y llanos
y se fue hacia los confines
como un lamento lejano.
Se encrespa entre los machetes
que el ejido va limpiando;
hace cabriolas y pasa
con el viento por los árboles;
abanica con sus sones
todo el verdor de los pastos;
se mece entre los ciruelos
y las ramas del guayabo;
y cuando baja hasta el río,
resuena entre los peñascos.
Es estímulo en la junta;
en el embarre, alborozo;
clarinada de alegría
en el tambor bullicioso.
En las siembras de los campos
es lenguaje entre los mozos.
Y cuando el dolor les hinca
su colmillo doloroso,
se retuerce en su garganta
la voz que se hace sollozo.
Saloma . . .Saloma tienes
Sabor amargo de llanto. . .
Alegría pasajera
en los momentos gozados;
pero hay una honda tristeza
en tu sonido quebrado:
el dolor que hay en la vida
del campesino olvidado
que saloma adolorido
para decir su quebranto.
Hersilia Ramos de Argote
“Bandera Panameña”
Bajo el sol radiante
de mi amada tierra
te meces al viento,
oh hermosa bandera
Tienes tres colores,
dos lindas estrellas
y tienes la gracia
de ser panameña.
Reinas en mi patria,
mi hogar y mi escuela,
y en mi corazón.
Mis labios te besan,
mis labios te cantan
su canción más bella:
¡Banderita mía,
eres panameña.
Elsie Alvarado de Ricord
“Amor ausente”
Siempre estás allá, como el mañana.
Procurando abreviar la espera mía,
amanezco mil veces cada día
y echo a volar el cielo en la ventana.
Para encender una esperanza vana,
para aromar de músicas la vía
y constelar la soledad vacía
le basta al hombre con su sed humana.
Sin embargo en las horas en que el mundo
muere de sombra, y el clamor suicida
golpea el corazón con mano fuerte,
gimen los peces en el mar profundo.
Amar ausente es orbitar la vida
desde las alas frías de la muerte.
Donde el amor dejó su sed escrita,
en ansia desplegó su dulce vuelo;
y para cada ascenso se abrió un cielo
de emoción espasmódica inaudita.
Cuando el adiós anocheció la cita
y el nunca más humedeció el pañuelo,
quemó lámparas lentas el desvelo
desde la soledad más infinita.
En la hojarasca gris del calendario
ardo, literalmente, en esta espera,
con un fulgor que es casi un fanatismo,
soñando que una vez tu itinerario
arribará a una pausa verdadera
en este amor que vive de sí mismo.