Poemas recomendados de Chile
“Les invitamos a descubrir los poemas seleccionados del mes, una cuidada colección que resalta la pluma de distintos poetas chilenos. Sumérgete en estos versos y déjate llevar por la magia lírica de Chile, un canto que refleja la profundidad y diversidad de nuestra tierra.”
Andrés Sabella
“El quisco”
Candelabro del viento,
silencioso ermitaño,
tus agujas de antaño
enceguecen al tiempo,
Entre el ¡ay! De los cerros
es tu verde un engaño;
lo mantiene en su daño
el furor de los muertos.
Barbas tiesas de tedio,
las del liquen huraño,
te revisten de paño
de sandalias de espectro,
¡ Quisco heroico y reseco,
increíble peldaño
de la escala del año
sostenida en un hueso!
Rolando Cárdenas
“Búsqueda”
A veces es bueno abandonarse al propio olvido
como si el saber sonreír
fuera más fácil que morder una fruta.
Ir por las calles perfectamente solo,
sin más compañía que nuestra cotidiana tristeza y nuestros pasos,
amando una vez más la sencillez del aire
de la manera como se recuerda la infancia,
o ese otro tiempo pulverizado
cuando se buscaban las primeras estrellas en las charcas.
Es bueno sentarse entre amigos y vasos
a observar como todos abandonan algo suyo
en la música que los impulsa y transforma en seres sin huesos,
mientras la noche trepa por los muros
buscando también dónde esconder su espera,
y después salir hacia el alba
con un poco más para alimentar futuras soledades.
Es bueno comprender que estamos hechos de recuerdos,
un poco de tiempo que crece sin escucharnos
y de muchas cosas que no comprendemos.
A veces es bueno detenerse a contemplar la hoja que cae
cuando la palabra primavera
no es lo que nosotros quisiéramos que sea.
Carlos René Correa
“El rostro”
No puedo alzar el rostro
tan carcomido.
Me da pena lo mires, descubrirás su fatiga,
sus ojos de ceniza.
De la nariz, mejor no hablar.
Destruida cerca de la boca
que ha comido alimentos
para no morir en medio de la tierra.
Pero debo alzarlo, es mi estandarte
de lágrimas y lluvia.
Tiempo que urge a la ventana,
a la luz,
para contar en tu mano los años.
Mi rostro caído y levantado,
herido en el viento.
Dudo si lo alzaré el día del triunfo.
Ximena Adriasola
“Soledad en gris”
Recorro sin prisa
mis habitaciones
no es tiempo de huir
ni de avanzar
voluptuosas flores
aroman y llaman
yo permanezco
en las habitaciones
sin temor ni alegría
recojo solo el perfume
de miradas que pasan
Stella Díaz Varín
“Albedrío”
Yo soy la vigilia,
ustedes
son los hombres castigados,
los labradores
de gestos oblicuos
que al engendrar falsos surcos
la semilla huyó despavorida.
Ahora respóndanme
con una mano enguantada
a flor de corazón.
Cuál es la fecha exacta
entre Aldebarán y Andrómeda.
el día en que los cuervos
cosechen lo suyo
entre las más grandes estampidas
de todos los tiempos. Amén.