Poemas recomendados de Cuba
“Cuba, una isla llena de pasión, música y cultura, es también cuna de una poesía vibrante y apasionada. En este post, nos sumergiremos en el mundo de la poesía cubana para descubrir cómo sus versos han dado voz a la vida cotidiana de esta tierra apasionada. “
José Martí
“En tí pensaba, en tus cabellos”
En ti pensaba, en tus cabellos
que el mundo de la sombra envidiaría,
y puse un punto de mi vida en ellos
y quise yo soñar que tú eras mía.
Ando yo por la tierra con los ojos
alzados -¡oh, mi afán!- a tanta altura
que en ira altiva o míseros sonrojos
encendiólos la humana criatura.
Vivir: -Saber morir; así me aqueja
este infausto buscar, este bien fiero,
y todo el Ser en mi alma se refleja,
y buscando sin fe, de fe me muero.
José María Heredia
“El olvido”
Los escombros del templo, sobre el alta colina,
yacen. Y en este erial, entre ramas fragosas,
los broncíneos héroes y marmóreas diosas
bajo el yugo cayeron de la muerte divina.
Al abrevar los bueyes, entona en su bocina
el pastor un antiguo cantar; y en las brumosas
tinieblas, se destacan sus formas prodigiosas
sobre el negro horizonte de la calma marina.
Cara a los viejos dioses, en primavera, siente
la tierra maternal cómo es fútil su canto,
y hace brotar del roto capitel otro acanto.
Mas al sueño ancestral el hombre indiferente
oye impasible, en medio de las noches serenas,
al mar que se acongoja llorando a las sirenas.
Augusto de Armas
“Alcoba”
Espesa alfombra embota el paso mudo;
todo en desorden brilla. Velo asirio
envuelve el tiesto en que desmaya un lirio;
un ramo prende del morisco escudo.
Contra el tapiz, de un Zurbarán desnudo
brota en tropel la sangre del martirio,
y luz incierta como luz de cirio
baña la pompa del gran lecho viudo.
Arde la lumbre. Entre canciones rotas
suenan lejanas, estridentes notas,
rumor perdido de las ebrias Pascuas.
Dentro todo enmudece, excepto el eco
del rítmico reloj, o el crujir seco
del duro leño convertido en ascuas.
Damaris Calderón
“Por la borda”
Sol frontal
occipital
salteador de caminos
hablando el viento sur
y el ciclón tropical
(la voz de mi madre).
El pájaro que picotea el vidrio
y se refleja en la ventana
mitad sinsonte mitad tordo soy yo.
La mujer que avanza de espaldas.
He aprendido con las raíces
el lenguaje de lo que se hunde
y la muerte llega a mi casa
con la vivacidad del verano.
Uva de Aragón
“Atardecer en Miami”
Isla mía en su vuelo fugitiva,
flotando libre sobre mi tejado,
visitas mi triste hogar desterrado,
sola, empobrecida, pero altiva.
Desde niña tu perfil me cautiva,
cuando al delinear tu contorno amado
del mapa por mis manos dibujado
surgías verde entre azules captiva.
Isla sueño, raíz, caimán querido,
persistente esperanza que te hace
puerto firme en mi corazón herido.
A todas partes conmigo has ido,
isla que se desdibuja y renace
Salvada en la memoria, del olvido.