Poemas recomendados de España

Poemas recomendados de España

España, tierra de una historia rica y diversa, ha dado vida a poetas cuyos versos han sido un reflejo de la evolución de esta nación a lo largo de los siglos. En este post, nos aventuraremos en el mundo de la poesía española y presentaremos a algunos de los poetas más destacados que han dejado una huella imborrable en la literatura de la Península Ibérica.
Federico García Lorca

“La aurora”

La aurora de Nueva York tiene

cuatro columnas de cieno

y un huracán de negras palomas

que chapotean las aguas podridas.

La aurora de Nueva York gime

por las inmensas escaleras

buscando entre las aristas

nardos de angustia dibujada.

La aurora llega y nadie la recibe en su boca

porque allí no hay mañana ni esperanza posible.

A veces las monedas en enjambres furiosos

taladran y devoran abandonados niños.

Los primeros que salen comprenden con sus huesos

que no habrá paraíso ni amores deshojados;

saben que van al cieno de números y leyes

a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos

en impúdico reto de ciencias sin raíces.

Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes

como recién salidos de un naufragio de sangre

Antonio Machado

“Anoche cuando dormía”

Anoche cuando dormía

soñé, ¡bendita ilusión!,

que una fontana fluía

dentro de mi corazón.

 

Di: ¿por qué acequia escondida,

agua, vienes hasta mí,

manantial de nueva vida

en donde nunca bebí?

 

Anoche cuando dormía

soñé, ¡bendita ilusión!,

que una colmena tenía

dentro de mi corazón;

 

y las doradas abejas

iban fabricando en él,

con las amarguras viejas,

blanca cera y dulce miel.

 

Anoche cuando dormía

soñé, ¡bendita ilusión!,

que un sol ardiente lucía

dentro de mi corazón.

 

Era ardiente porque daba

calores de rojo hogar,

y era sol porque alumbraba

y porque hacía llorar.

 

Anoche cuando dormía

soñé, ¡bendita ilusión!,

que era Dios lo que tenía

dentro de mi corazón.

Felipe Benítez Reyes

“La condena”

El que posee el oro añora el barro.

El dueño de la luz forja tinieblas.

El que adora a su dios teme a su dios.

El que no tiene dios tiembla en la noche.

 

Quien encontró el amor no lo buscaba.

Quien lo busca se encuentra con su sombra.

Quien trazó laberintos pide una rosa blanca.

El dueño de la rosa sueña con laberintos.

 

Aquel que halló el lugar piensa en marcharse.

El que no lo halló nunca

es desdichado.

Aquel que cifró el mundo con palabras

desprecia las palabras.

Quien busca las palabras que lo cifren

halla sólo palabras.

 

Nunca la posesión está cumplida.

Errático el deseo, el pensamiento.

Todo lo que se tiene es una niebla

y las vidas ajenas son la vida.

 

Nuestros tesoros son tesoros falsos.

 

Y somos los ladrones de tesoros.

Miguel Hernández

“Para la libertad”

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.

Para la libertad, mis ojos y mis manos,

como un árbol carnal, generoso y cautivo,

doy a los cirujanos.

 

Para la libertad siento más corazones

que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,

y entro en los hospitales, y entro en los algodones

como en las azucenas.

 

Para la libertad me desprendo a balazos

de los que han revolcado su estatua por el lodo.

Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,

de mi casa, de todo.

 

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,

ella pondrá dos piedras de futura mirada

y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan

en la carne talada.

 

Retoñarán aladas de savia sin otoño

reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.

Porque soy como el árbol talado, que retoño:

porque aún tengo la vida.

Santos Domínguez

El ángel necesario

¿Qué significa un sauce?

¿Llora con los pastores de Virgilio el paisaje?

 

El diente de un león,

¿tiene un significado además del indicio

de su inquietante acecho?

 

Un rabilargo, el verde feraz de aquella vega,

¿qué símbolos transitan?

¿Dónde habita el sentido de las hogueras blancas

más allá del provecho agrícola del huerto?

¿Surte el arroyo un canto a la hierba en la orilla?

¿Reside en algún sitio la expectación de un pájaro?

 

No.

 

Sólo el ojo que mira y una lengua secreta

que convoca en lo oscuro palabras y metáforas

para explicar el sueño temporal de la vida,

la luz de la mañana, las venas, el latido

monótono del mundo.

 

En lo que estás mirando, ¿quién pone pena o pinta

un eje y el espíritu en la forma desnuda que hiere la retina?