Amanda Berenguer
Poeta uruguaya nacida en Montevideo en 1921. Perteneció a la Generación del 45 y fue pionera de la poesía experimental uruguaya. A sus 19 años publicó su primer poemario “A través de los tiempos que llevan a la gran calma”. Luego seguirían: Canto hermético a los incesantes peregrinos (1941), Elegía por la muerte de Paul Valéry (1945), El río (1952), La invitación (1957), Quehaceres e invenciones (1963), Composición de lugar (1976), Identidad de ciertas frutas (1983), Los signos sobre la mesa (1987), etc.
Su obra ha sido traducida a varios idiomas e incluida en numerosas antologías de poesía latinoamericana.
Obras destacadas
La carta
Escribo una carta infinita
en la pared ambigua del recipiente
que me contiene
unas veces adentro
otras veces afuera
sin levantar el bolígrafo
escribo una carta infinita
Paisaje
Una estrella suicida, una luz mala,
cuelga, desnuda, desde el cielo raso.
Su cerrada corona acaso sangra.
Acaso su reinado es este instante.
Crecido el mar debajo de la cama
arrastra los zapatos con mis pasos
finales. Sacan los árboles vivos
un esqueleto mío del espejo.
En el techo los pájaros que vuelan
de mis ojos brillan fijamente.
Acaso no esté sola para siempre.
La mesa cruje bajo el peso usado
de las hojas secas. Un viento adentro
cierra la puerta y la ventana y abre
de pronto, entre cadáveres, la noche.
También mi corazón. Ya voy, tinieblas.
Lo otro
Cuando temblando estoy por acabarme
bien, boca abajo, dándome de dientes,
entonces siento por la dura vía
la carroza propicia, su motor
palpitante y puntual, trayendo pruebas
del límite del mundo, con mis letras
borradas por las flores. Pero un árbol,
sólo uno en su sitio bastaría
para situar sin miedo la otra tierra.